Píldoras Formativas: Lectura Sistemática del ECG

La interpretación sistemática del electrocardiograma es una habilidad esencial para los profesionales sanitarios que toman parte activa en el abordaje de las urgencias. Al comprender los fundamentos del ECG y su aplicación clínica, podemos detectar rápidamente anomalías cardíacas, tomar decisiones y mejorar con ello el estado general de los usuarios.

Con la entrada de hoy queremos lanzar unas primeras pinceladas de lo que supondría una lectura básica y sistemática de un electrocardiograma.


¿Qué es un Electrocardiograma?

El electrocardiograma, comúnmente conocido como ECG, es un registro gráfico de la actividad eléctrica del corazón a lo largo del tiempo. Esta prueba nos proporciona información crucial sobre la función cardíaca, la conducción eléctrica y la presencia de trastornos del ritmo cardíaco.


Componentes Básicos de un ECG

Cuando miramos un ECG, nos encontramos con varios componentes que requieren nuestra atención:

Ondas: Representan la actividad eléctrica del corazón. La onda P refleja la despolarización auricular, el complejo QRS indica la despolarización ventricular y la onda T representa la repolarización ventricular.

Segmentos: Son los tramos de línea recta que conectan las ondas. El segmento PR conecta la onda P con el complejo QRS, mientras que el segmento ST sigue el complejo QRS y precede a la onda T.

Intervalos: Son los espacios entre las ondas y segmentos. El intervalo PR mide el tiempo desde el inicio de la despolarización auricular hasta el inicio de la despolarización ventricular, y el intervalo QT indica la duración total de la despolarización y repolarización ventricular.

 


Pasos para la Lectura Sistemática de un ECG

  1. Evaluación del Ritmo Cardíaco: Comenzamos observando si el ritmo cardíaco es regular o irregular. Esto nos ayuda a identificar si hay un ritmo sinusal normal o una arritmia presente. Además, calculamos la frecuencia cardíaca para determinar si está dentro de los límites normales.
  2. Análisis de Ondas P y PR:
    • Onda P: Examinamos la morfología y la amplitud de la onda P para detectar anomalías que puedan indicar trastornos de la conducción auricular.
    • Intervalo PR: Evaluamos la duración del intervalo PR para detectar bloqueos de conducción auriculoventricular.
  3. Evaluación de Complejos QRS:
    • Complejo QRS: Analizamos la duración y la morfología del complejo QRS para identificar posibles anomalías de la conducción ventricular, como bloqueos de rama y fibrilación ventricular.
    • También observamos la relación entre la onda P y el complejo QRS para identificar ritmos de origen supraventricular.
  4. Examen del Segmento ST:
    • Segmento ST: Buscamos elevación o depresión del segmento ST, ya que esto puede indicar isquemia miocárdica, infarto de miocardio o pericarditis.
  5. Revisión del Intervalo QT:
    • Intervalo QT: Medimos la duración del intervalo QT y lo corregimos según la frecuencia cardíaca para detectar anomalías que puedan predisponer a arritmias ventriculares graves.
  6. Análisis de la Onda T y el Eje Cardíaco:
    • Onda T: Examinamos la forma, la simetría y la amplitud de la onda T para detectar cambios que puedan indicar isquemia miocárdica o trastornos electrolíticos.
    • Eje Cardíaco: Calculamos el eje eléctrico del corazón para evaluar la orientación de la despolarización ventricular y detectar posibles trastornos de la conducción.

Interpretación Clínica del ECG

Una vez que hemos completado la evaluación sistemática del ECG, pasamos a interpretar los hallazgos clínicamente relevantes:

  1. Ritmos Cardíacos Normales y Anormales: Además de identificar ritmos sinusal normal, taquicardia sinusal, fibrilación auricular, taquicardia supraventricular, bradicardia sinusal y bloqueo AV, es importante reconocer otros ritmos menos comunes como el síndrome del nodo sinusal enfermo, taquicardia ventricular y fibrilación ventricular. Cada ritmo tiene implicaciones clínicas únicas y puede requerir intervenciones específicas.
  2. Isquemia y Lesión Miocárdica: La presencia de cambios en el segmento ST, como elevación o depresión, indica isquemia miocárdica aguda o infarto de miocardio. Estos hallazgos requieren una evaluación urgente.
  3. Conducción Anormal: Los bloqueos de rama, el bloqueo de rama derecha o izquierda, y los bloqueos AV de primer, segundo o tercer grado pueden afectar significativamente la función cardíaca y la hemodinámica.
  4. Arritmias: La identificación y clasificación precisa de las arritmias son fundamentales para la gestión de pacientes con trastornos del ritmo cardíaco. Además de reconocer las arritmias comunes como la fibrilación auricular y la taquicardia ventricular, debemos estar atentos a las arritmias menos frecuentes, como el síndrome de Wolff-Parkinson-White y la taquicardia de reentrada nodal.
  5. Anormalidades Electrocardiográficas Asintomáticas: A veces, podemos encontrar anomalías en el ECG que son clínicamente significativas pero que no se asocian con síntomas específicos. Estas incluyen el síndrome de QT largo, el síndrome de Brugada y la hipertrofía ventricular izquierda. La identificación temprana de estas anomalías puede ayudar a prevenir eventos cardiovasculares.
  6. Interpretación en Contexto Clínico: Es fundamental recordar que la interpretación del ECG debe realizarse en el contexto clínico completo del paciente, incluyendo la historia clínica, los síntomas, los hallazgos del examen físico y otras pruebas diagnósticas. Esto nos permite obtener una imagen completa de la condición cardíaca del paciente y ofrecer las mejores alternativas posibles.

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